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lunes, 28 de septiembre de 2009

EL MERCADO DEL LIBRO INFANTIL Y JUVENIL EN EL REINO UNIDO



El MERCADO DEL LIBRO INFANTIL Y JUVENIL EN EL REINO

El mercado editorial del Reino Unido es uno de los más prolíficos del momento, con un gran crecimiento y un elevado número de publicaciones al año que convierten al país en un núcleo principal para la literatura en general. El Reino Unido es un gran centro creador de historias y material editorial de todo tipo, y en lo que se refiere al género infantil y juvenil no es ninguna excepción. Entre sus filas hay importantes escritores tanto clásicos como contemporáneos que han revolucionado el mundo con sus historias.

La literatura infantil y juvenil es muy prolífica en este país, y tiene tan buena acogida que puede incluso considerarse un fenómeno cultural. La realidad es que los niños británicos leen muy bien y que los libros para los más pequeños y los jóvenes se venden con facilidad, lo que lo convierte en el género que registra mayor número de ventas en el Reino Unido, tan sólo por detrás del género de ficción.

En el sector editorial, hay muchos profesionales que afirman que estamos en una época dorada para el libro infantil y juvenil en estos momentos. Esto se ve reflejado en ciertos fenómenos que se han ido experimentado en los últimos años: las cifras de ventas siguen creciendo progresivamente, los autores de este género han crecido y se han multiplicado enormemente en un espacio de tiempo mínimo, y las campañas de promoción y actividades para niños afloran tanto en bibliotecas como en librerías, atrayendo a una gran afluencia de niños, jóvenes y padres. Sin embargo, introducirse en este mercado puede ser una tarea muy complicada, ya que en el Reino se traduce muy poco y el 97% ó 98% es material inglés. El mercado del Reino Unido funciona principalmente a través de la venta de los derechos de traducción, pero lo más difícil es conseguir captar la atención de una editorial británica que esté dispuesta a iniciar el largo proceso que conlleva la venta de derechos, traducción del libro y posterior publicación. Aun así, desde hace poco, ha ido creciendo una cierta consciencia de la literatura exterior que mantiene a las editoriales más alertas a obras extranjeras, y se ha registrado un gran aumento en las traducciones de las obras procedentes del español.

TAMAÑO DEL MERCADO

Visión general de la industria británica

Según cifras específicas para el Reino Unido, se estima que las editoriales británicas vendieron aproximadamente 787 millones de libros en 2006, lo que supuso un valor de 2 810 millones de libras (unos 3 500 millones de euros). Esta cifra es ligeramente inferior en volumen a la recaudada el año anterior, pero un 2% superior en valor.

Hace algo más de una década, el mayor mercado nacional de libros era Estados Unidos, con más de un 32% de las ventas mundiales de libros. A continuación se encontraba Japón, con más de un 13%, seguido muy de cerca de Alemania. El resto de los principales países eran el Reino Unido, Francia, España, Corea del Sur, Brasil, Italia y China que no alcanzaban el 5% de cuota de mercado global
Hoy en día, la situación continúa prácticamente igual, salvo por una gran subida del mercado Chino y una pequeña mejoría por parte de Alemania.

El Reino Unido sigue ocupando una fuerte posición. El mercado británico doméstico de la industria editorial ocupa el quinto lugar mundial en valor, al tipo de cambio actual. Actualmente Estados Unidos, Alemania, Japón, y China le superan, por ese orden. Estos mercados son, en diferentes grados, todos sustancialmente mayores en demografía que el Reino Unido y, sin embargo, el mercado doméstico editorial
británico ha conseguido mucho mejores resultados en los últimos años que otros mercados desarrollados de tamaño parecido, tales como Francia e Italia.

Asimismo, en 2005, el Reino Unido fue el país que más libros publicó, superando incluso a Estados Unidos por segunda vez en la historia (la primera vez había sido en 2001). Por otro lado, Australia también merece una mención especial, ya que este país cuenta con los mayores consumidores de libros per cápita en el mundo angloparlante.

En lo que se refiere al destino de las exportaciones de material editorial por parte del Reino Unido, se observa que Estados Unidos destaca como el destino que más mercancía recibe. Sin embargo Irlanda le ha seguido muy de cerca en los últimos años y le ha ido alcanzando terreno, de manera que ha conseguido convertirse por primera vez este último año, en el principal destino de exportación de material editorial (abarcando sellos, productos gráficos, cartografía…). No obstante, se estima que en la industria específica únicamente de libros Estados Unidos sigue siendo el destino principal.

La industria editorial en Reino Unido comprende tres sub-sectores principales: periódicos, revistas y libros.
La parte relativa a los periódicos es la más grande del segmento, con un 44% de la cuota, mientras que las revistas suponen el 33% y los libros el 23% aproximadamente. De estos tres sub-sectores el libro es el sector que más rápido está creciendo y el que tiene mayor proyección internacional.

Para dar una visión panorámica del mercado del libro británico, habría que añadir además, que el sector está muy concentrado, ya que las principales editoriales representan el 60% del mercado de consumidores.

Asimismo hay que tener en cuenta que los precios de los libros continúan siendo uno de los temas más sensibles del sector, debido a los descuentos realizados por las librerías y, sobretodo, por los supermercados.

Visión específica de la literatura infantil/juvenil británica

Si analizamos el tema que nos ocupa más específicamente, se observa que el Reino Unido es un núcleo principal para la literatura infantil y juvenil de todo el mundo. Ha sido centro del nacimiento de grandes historias y cuenta con una variada gama de escritores famosos conocidos por todo el mundo. Algunos de los más grandes escritores juveniles e infantiles del mundo son británicos, tales como: Lewis Carroll, Arthur Rackham, R. L. Stevenson, Kenneth Graham, Enid Blyton, Beatrix Potter, Roald Dahl, C.S. Lewis, sin olvidar a J.K. Rowling, Philip Pullman y a otras figuras más contemporáneas.

El Reino Unido cuenta con un elevado número de escritores británicos, y es que este tipo de literatura tiene muy buena acogida en este país. Como centro de negocios, ha sido y continúa siendo, un centro de excelencia creativa e innovación y ha jugado un papel importante en ciertas modas editoriales a través de los años, como por ejemplo, el desarrollo de ciertos tipos de papeles, la comercialización de productos temáticos o el control sobre las coediciones internacionales. Pero no sólo es un gran negocio, sino que también es un fenómeno cultural. La literatura infantil/juvenil está muy arraigada en el Reino Unido y cada vez existen más autores de este tipo de libros.

En cuanto a las exportaciones de libros de ilustraciones y para colorear, se observa que, en este caso, Estados Unidos no es uno de los destinos prioritarios para el Reino Unido. Sin embargo, este último año ha experimentado un incremento espectacular.

2. PRODUCCIÓN LOCAL

Según cifras del ISBN británico, en 2006 se publicaron en el Reino Unido más de 115 mil títulos nuevos, superando en un 4.1% las cifras del año anterior.

Como hemos comentado con antelación, el Reino Unido es uno de los mayores productores de libros del mundo y no se queda atrás en la producción de libros infantiles/juveniles. De hecho, en este país, este género se coloca en segundo lugar (tan solo por detrás de los de ficción) como la categoría de libros que más se publica y se vende por todo el Reino Unido. En el año 2002, según The Bookseller, la venta de libros infantiles alcanzó los 141,9 millones de libras (187,2 millones de euros), en contraposición a los 249,1 millones de libras (300 millones de euros) recaudados en libros de ficción y superando los 84 millones de libras (105 millones de euros) recogidos en biografías y autobiografías. Estas cifras representan las ventas de 49 929 títulos infantiles/juveniles.

Para hacerse una idea general de la producción local de la industria editorial infantil y juvenil en el Reino Unido, hay que retroceder un poco en el tiempo, hasta las últimas cifras que se han publicado desglosadas del sector, y que se remontan hasta hace casi seis años. Desafortunadamente, las estadísticas específicas para este mercado no están disponibles tan fácilmente, ya que esta categoría suele incluirse dentro de algún sector mayor y no se suelen hacer públicas las cifras específicas de este género en concreto.

El año en que más títulos nuevos infantiles se han publicado nunca fue 2001, cuando se alcanzó la suma total de 10 784 libros. Estas publicaciones infantiles supusieron el 11% del total de nuevas publicaciones de todas las categorías que se publicaron en Reino Unido ese año.

En 2002 se sufrió un descenso en las publicaciones de este género, pero en los años posteriores lentamente experimentaron un aumento progresivo, de forma que los libros infantiles se van acercando a los libros de ficción adulta y, por consiguiente, a convertirse en la categoría que más libros publica en Reino Unido. Se estima que este crecimiento ha continuado a lo largo de los años, pero nunca ha llegado a sobrepasar a los libros de ficción.

Las últimas cifras publicadas apuntan a un crecimiento de la industria. Si analizamos por separado la literatura juvenil y la literatura infantil, se observa un crecimiento similar en ambos subgéneros, aunque con mayor recaudación y repercusión por parte de la literatura puramente infantil, debido en gran medida a que abarca rangos de edad más amplios.

En 2004, el género de literatura juvenil alcanzó un record con unos ingresos de 26,1 millones de libras (32,5 millones de euros) que aún no se ha roto. En 2006 esta cifra cayó a 17,6 millones de libras (22 millones de euros) y en 2007 volvió remontar un poco y registró un incremento del 15,8%, lo que supuso unos ingresos de 20,4 millones de libras (25,4 millones de euros).

Por otro lado, el sector de libros infantiles, excluyendo los juveniles, creció un 15,7% en 2007 y alcanzó los 293,9 millones de libras (365 millones de euros) de recaudación, de los cuales 24,4 millones de libras (30,4 millones de euros) fueron ventas de la versión infantil del último título de la saga de Harry Potter, que además recaudó 12,1 millones de libras (15 millones de euros) más con su versión adulta.

Por supuesto, hay que tener en cuenta que los enormes volúmenes de ventas de los libros de Harry Potter pueden haber distorsionado las estadísticas del mercado. Las ventas de libros infantiles han crecido mucho desde la aparición de Harry Potter, pero también hay quien afirma que Harry Potter ha sustituido a otros títulos y que, por lo tanto, las ventas no han experimentado un gran cambio en general.

En efecto, el fenómeno de Harry Potter ha dividido las opiniones de la industria en cuanto al futuro de los libros, mientras que algunos opinan que ha desviado la atención de otros títulos, otros creen que su efecto es precisamente el contrario, y que ha atraído la atención sobre este género y, por lo tanto, ha generado mayor volumen de ventas. Según las cifras de ingresos, parece que éstos últimos han tenido razón, ya que en las listas de los libros infantiles/juveniles más vendidos, los de fantasía y aventura han crecido enormemente en general.

FORMATOS

Se pueden identificar dos tipos básicos de formatos dentro de la industria editorial de libros: la tapa dura y la tapa blanda o en rústica. Todos los libros se publican en una de estas dos categorías aunque el tamaño varía. Asimismo, este año se ha introducido un acuerdo para incorporar una guía de edad de lectura recomendada para los niños en todos los libros que se publiquen a partir de otoño. Casi todas las editoriales grandes han apoyado esta iniciativa por lo que pronto la gran mayoría de las nuevas publicaciones tendrán un diseño en la tapa de atrás especificando el rango de edad para el que se recomienda el libro (5+, 7+, 11+, 13+/juveniles).

Tipos de encuadernación:

Tapa dura. Los libros en tapa dura representaban el formato más común de publicación hace algunos años. Era el primer formato en el que se publicaban los nuevos títulos y era un formato bastante popular debido a su buena calidad y mayor conservación. Sin embargo, este fenómeno ha empezado a cambiar hace unos años y, actualmente, los libros en tapa dura no son tan rentables. Hoy en día las publicaciones en este formato se están convirtiendo casi en libros de coleccionistas, donde se cuida mucho el formato y la presentación, y en los que el precio se ha encarecido como consecuencia de su disminución en las ventas y mayor cuidado. Aunque en las series adultas este tipo de formato es cada vez menos popular y más difícil de vender, no ocurre así con los libros infantiles. Tanto para los libros de textos escolares como para los libros de entretenimiento, las publicaciones en tapa dura están muy presentes en este mercado, sobre todo en los libros de ilustraciones infantiles.

Este formato suele ser muy popular sobre todo en el género de ficción. Sobre este género hay que destacar que se han producido algunos cambios en cuanto a los rangos de edad a los que este género estaba dirigido. Hace años, solía suceder que cuanto mayor fuera el rango de edad, menos ventas de libros juveniles conseguían. Sin embargo, hoy en día, el límite entre lo juvenil y la literatura adulta está cada vez menos definido y títulos que podrían publicarse como libros juveniles se publican como libros adultos y viceversa, muchos títulos publicados como literatura juvenil de ficción atraen a los adultos. Cada vez más es más difícil dibujar una línea divisora.

En los libros puramente infantiles también se ha producido un pequeño cambio que ha producido un acercamiento mayor al mercado adulto, y es su dependencia del autor como sello que promueve el libro, o una marca. En el entorno actual, vende más un nombre, es decir un autor, que el tema en sí del libro.

A esta moda contribuyen las editoriales que, para llamar la atención sobre este tipo de formato, encargan costosas portadas llamativas o con alguna característica especial.

Tapa blanda. Ha sido siempre tradicional que los libros en tapa blanda se publiquen meses después de la publicación en tapa dura, pero este sistema está empezando a cambiar. Hay editoriales que ya publican los libros de tapa dura y de tapa blanda simultáneamente, o si no, también es frecuente que se publiquen directamente en tapa blanda, sobre todo los libros de ficción. Aunque algunos títulos de ficción de tapa dura se vuelven a publicar en tapa blanda, siguiendo la pauta tradicional, como se ha comentado anteriormente, cada vez se empiezan a publicar más títulos nuevos en tapa blanda. Para este tipo de formato, la marca o el autor son de gran importancia y suponen una ventaja en el mercado. Como se mencionaba con anterioridad, en literatura juvenil solo los autores más conocidos y rentables tienen el privilegio de ser publicados en tapa dura y la mayoría de los libros se publican directamente en tapa blanda.

Es el principal producto para las bibliotecas y los colegios.

SUBGÉNEROS

Dentro de esta categoría de literatura infantil y juvenil existen cuatro subgéneros principales:

Libros de ficción. Es el género más extendido y el que más vende, tanto en la literatura adulta como en la infantil. Estos libros suelen publicarse en tapa blanda, tanto para niños como para jóvenes.

Libros de ilustraciones. Suelen ser libros muy variados en cuanto a formas y tamaños, suponen un escaparate para el trabajo del ilustrador yse publican tanto en tapa dura como en tapa blanda. Si bien este año esta clase de libros ha tenido una buena acogida en la feria Bologna, el año pasado fue el primero en el que la venta de libros de ilustraciones experimentó un descenso del 8% en el Reino Unido. Esta caída estuvo acompañada por una bajada simultánea en el número de libros publicados.

Libros de bebés. Los libros que están enfocados a todo lo que es maternidad y bebés no dejan de crecer.

Esta categoría abarca libros de todo tipo: de baño, ropa, musicales, de pegatinas, de dibujo, en relieve… y en general todo lo que tenga que ver con la maternidad, tanto para los padres, como para los bebés. Esta colección incluye además otros como libros juguetes y los de aprendizaje.

Libros informativos. La venta de libros no narrativos que pretenden informar y educar ha ido creciendo en los últimos años, quizás porque los padres ven en este tipo de libros un suplemento de aquellos disponibles en los colegios públicos. Estos libros se hicieron muy populares en los años 70-80, cuando Dorling Kindersley inventó un estilo muy característico que combinaba una extensa cantidad de imágenes con unos textos cortos y accesibles. Por este motivo, las ventas de este tipo de libros aumentaron en gran medida en aquella época, aunque una vez la novedad desapareció las ventas se estabilizaron y se redujeron. Aún así, este formato tuvo un gran éxito y acabó por extenderse a los libros de cocina y a las guías de viajes que aún siguen utilizándolo en la actualidad, aunque ahora estos libros tienen un estilo más narrativo y menos pictórico.

IMPORTACIONES

La industria de libros del Reino Unido es un mercado muy cerrado y en el que cuesta introducirse. La mayoría de lo que se publica viene dado y producido por el propio país y la mayor parte de lo que se importa suele ser en lengua inglesa. Por este motivo, Estados Unidos se mantiene como principal proveedor de material editorial del Reino Unido.

Tendencias culturales

En los últimos años, los escritores de libros infantiles han proliferado mucho. Se puede incluso afirmar que escribir un libro para niños se ha convertido en algo así como una moda. Numerosos artistas y celebridades de todo tipo se han sumado a esta iniciativa y ahora las estanterías de la sección infantil en las librerías están inundadas de libros escritos por cantantes, actores, cómicos, políticos y todo tipo de celebridades que intentan hacerse un hueco en este mercado. Algunos de estos nuevos escritores son: Paul McCartney, Kylie Minogue, Lenny Henry, Sting or Madonna. Esto ha causado que los editores comenten un poco apesadumbrados que, aunque existe un gran número de libros infantiles en el mercado, la cuota de mercado total de este género sigue sin aumentar, y se ha quedado estancada en un 15% más o menos. Esto se debe principalmente a que, aunque hay una gran cantidad de autores infantiles, solamente unos pocos venden mucho, como por ejemplo: JK Rowling, Jacqueline Wilson o Philip Pullman.

A pesar de esto, podría afirmarse que actualmente estamos en el ecuador de una época dorada para la literatura infantil y que hay mucho talento entre los escritores infantiles. La primera época dorada de este género llegó con la publicación de Alicia en el país de las maravillas, cuando por primera vez, la protagonista era una niña, y no un adulto. Luego le siguieron clásicos como Winnie the Pooh, e incluso un libro escrito para adultos, The Water Babies, que se convirtió en un clásico infantil en el Reino Unido.

Actualmente, sin embargo, se ha observado que ocurre exactamente lo contrario: libros concebidos para niños o jóvenes son, a su vez, apropiados para los adultos. Esto no sólo ha ocurrido con Harry Potter, sino también con otros muchos. El último ejemplo de este fenómeno lo encontramos en The Curious Incident of the Dog in the Night-time, que ya era conocido por una multitud de adultos antes de que los niños lo llegaran a leer. Esta dualidad además, ha traído consigo la decisión de las editoriales de publicar algunos libros en dos versiones, abarcando así a dos sectores de población distintos. La percepción general de la industria, pues, es que, aunque la cuota de mercado se mantiene, y no experimente una gran subida, se están vendiendo libros de ficción catalogados como “infantiles” a un público mucho más extenso y con un rango de edad mucho más amplio. Como consecuencia, esta dificultad en poner límites ha derivado en la publicación ocasional de un mismo libro en dos versiones distintas: la infantil y la adulta.

Hábitos de lectura

Según los últimos estudios sobre los hábitos de lectura de los niños británicos, se ha comprobado que aunque los niños británicos en general leen bien, no es un hábito que los niños comenten, ni entre ellos, ni con los padres. Asimismo es una práctica que ha ido decayendo en preferencia, ya que un 70% asegura que prefiere ver un DVD o la televisión antes que leer un libro. Según estos estudios se ha concluido también que los niños creen que aquellos que leen, son en general más listos y tienen más éxito, pero al mismo tiempo consideran que es una actividad propia de los que familiarmente conocemos como
“empollones”, además la definen como una práctica aburrida y solitaria. Aun así, los niños británicos tienen más libros en casa que los niños de cualquier otro país europeo, ya que, según algunos estudios, un 23% de los niños de 10 años tiene más de 200 libros en casa y la mayoría de ellos, además, lee algún libro una o dos veces por semana. Además se constata que las niñas leen más que los niños.

Por otro lado, se ha percibido que cuando los niños llegan a secundaria, a los 13/14 años tienden a dejar de leer por placer. Aun así, también se ha concluido que el 83% de los jóvenes entre 11 y 18 años leen en su tiempo libre y que un 23% lo hace todos los días a pesar de que se haya registrado un descenso en el interés en leer por placer. El factor más decisivo para un niño a la hora de elegir un libro viene dado por recomendación, y mejor de un amigo que de los padres. De hecho, se está dando un nuevo fenómeno en el que son los hijos los que recomiendan a los padres qué libros leer, ya que según estos últimos, sus hijos leen más que ellos cuando eran pequeños. Por otro lado, 9 de cada 10 madres aseguran leer a sus hijos al menos una vez por semana, y un 70% afirma que lo hace todos los días.

En cuanto a las preferencias de lectura de los niños, se ha llegado a la conclusión de que las revistas ocupan el primer puesto de popularidad entre los jóvenes, mientras que la ficción ocupa el quinto lugar de preferencia. Estos datos se recogieron en una encuesta sobre lo que los niños leen diariamente más de una vez. La literatura no narrativa ocupa el octavo lugar y la poesía el décimo. En cuanto a los géneros de ficción más leídos se encuentran los libros de aventuras, comedia y de miedo, aunque los cómics están ganando terreno en los niños de entre 9 y 11 años Según este mismo informe, realizado con motivo del Año Nacional de la Lectura, se reveló que los niños leen menos libros si tienen más de 100 páginas.

Por otro lado, según a una encuesta realizada por YouGov se ha comprobado que los jóvenes británicos prefieren ver una película basada en un libro, que leerse el libro en cuestión, y que muchos de los estudiantes que tienen que leer libros clásicos para el colegio se ven la película en vez de leer el libro. La encuesta también revela que a los adultos les ocurre lo mismo, y que prefieren ver una película basada en el libro, que leer el libro en el que se basa. Esto es consecuencia directa de la revolución digital, por la cual los niños están utilizando cada vez más los medios digitales en su vida diaria, particularmente Internet. Existe una tendencia generalizada a realizar más de una tarea a la vez, por ejemplo, escuchar música y leer al mismo tiempo. Sin embargo, este hábito tiene un efecto negativo en la habilidad de lectura de los niños, ya que, se ha comprobado que, el nivel de éxito escolar es más bajo en los niños que tienen su propia televisión, que juegan a juegos de ordenador más de tres horas al día y que leen cuentos y artículos por Internet.

DISTRIBUCIÓN

El Reino Unido es un mercado en el que es muy difícil penetrar y al que, en general, hay que llegar por medio de la venta de derechos de traducción. Aún así, la mayoría de las publicaciones del Reino Unido proceden de autores británicos y se traduce muy poco, por lo que el margen de actuación para libros extranjeros es muy fino.
Una vez vendidos los derechos de traducción, la editorial se encarga de su producción y de su distribución en el Reino Unido.

Canales de distribución

Minoristas

La gran mayoría de las ventas se concentra en las librerías tradicionales, aunque también existen otras vías alternativas, como los puntos de venta no especializados, o la venta directa por Internet. En general se estima que en el Reino Unido existe en torno a 30 000 puntos de venta, de los cuales unos 4 000 son librerías.
En 1997 se abolió el Net Book Agreement, tratado que antes permitía a las editoriales establecer un precio de venta mínimo. Este hecho desató un crecimiento de puntos de venta alternativos para los libros, aunque ningún género se extendió tanto como el de la literatura infantil.

El género infantil ofrece una enorme cantidad de oportunidades debido a la gran diversidad de temas que trata, y, por ello, se empezó a comercializar a través de todo tipo de canales: ofertas promocionales en revistas, ferias colegiales, organizaciones... además de otras más evidentes, como pueden ser las tiendas de juguetes, áreas de servicio y turísticas, y otro tipo de negocios y locales.

A pesar de todo, las librerías siguen siendo, sin ninguna duda, el mayor punto de venta para cualquier tipo de libro. La mayoría tiene secciones infantiles diferenciadas dentro del local, aunque, debido a la falta de espacio, algunas sólo traen una cantidad limitada de estos libros y una selección muy escogida entre los títulos disponibles. Los clásicos no suelen ser difíciles de encontrar entre las estanterías, pero algunas de las novedades pueden tardar un poco más en aparecer y no todas llegan a todas las librerías.

Normalmente, la sección de literatura infantil se sitúa al final de la tienda y está decorada con colores brillantes y llamativos, o incluso con algún juego o grandes almohadones, para llamar la atención de los niños.


CONDICIONES DE ACCESO AL MERCADO

El Reino Unido es un mercado que trabaja sobre todo con autores británicos. La inmensa mayoría de todo lo que se publica en este país es de creación propia y tan solo se traduce un 2% o un 3% de todo lo que se pone a la venta al año. Con lo cual, el acceso a este mercado es bastante complicado, ya que se traduce muy poco material. Aun así, recientemente se ha ido despertando un interés por la literatura exterior que mantiene a las editoriales más alertas a obras extranjeras y que ha culminado incluso con la creación de un sello, MacLehose Press, cuyo objetivo es publicar obras de literatura de excelente calidad.

A este mercado se accede principalmente a través de la venta de derechos de traducción. La posibilidad de vender libros en español limita mucho, por el público al que van dirigidos y los compradores, ya que los principales interesados en estos libros serían las bibliotecas. Las editoriales están más interesadas en traducir el libro. Una vez la editorial ha comprado los derechos, la obra se traduce y se publica en Reino Unido. Lo más complicado es conseguir que una editorial inglesa se fije en un libro extranjero para su traducción debido a que, como ya hemos dicho, en el Reino Unido se traduce muy poco. Una vez traducido la editorial que ha comprado sus derechos, ésta se encarga de su distribución y promoción.

Promoción y publicidad

La promoción y publicidad que se haga de los libros es un factor muy importante que puede determinar el éxito o fracaso del libro, por lo que hay que tenerlo muy en cuenta. También hay que ser conscientes de que el mundo de los libros infantiles es un mundo totalmente separado del de los medios adultos y tiene sus propias necesidades y redes, y por lo tanto no se pueden manejar igual que los libros para adultos.

Los libros infantiles/juveniles tienen la ventaja de que pueden publicitarse en muchos medios diferentes: revistas para mujeres o padres, en la prensa, en tiendas de juguetes…, pero la verdad es que este tipo de libros no se presta normalmente a las promociones genéricas que se realizan en las librerías. Sin embargo, sí que se prestan a otro tipo de marketing ya que, este mercado está lleno de material procedente de películas o series de televisión que se utiliza para vender más y para promocionar otros libros parecidos, del mismo tema o del mismo autor. La mayoría de las editoriales grandes tienen un departamento especialmente dedicado a buscar formas de promocionar a los personajes de los libros infantiles.

fuente icex

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